jueves, 10 de marzo de 2011

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5o entradas y todas las sigo entendiendo perfectamente. Aún cada una de ellas me regala una sensación distinta... Aquí estoy denuevo, haciendo lo que me gusta hacer pero por períodos olvido.


Hay tantas cosas, tantas cosas... me molesta mucho no haberlas plasmado antes. Por una parte porque así se me haría un poco más ¿fácil? hacer esto... Han habido muchos cambios, muchas cosas ya han pasado y podría decir que me siento tranquila. Bueno al menos eso creía hace unas 4 horas.

Una vez más, he caído en el gran error de negarme a cómo llamarlo, cómo decirlo... ¿sentir? Aja, ajá, sí eso... SENTIR, EXPRESARME (entiéndase que ahora mismo me expreso, pero me refiero expresar el cariño que se puede sentir hacia alguien) La verdad es que odio mucho ser así, más aún porque no es la primera vez que pasa, porque sé que sucederá si sigo con esta actitud...

Bueno se entenderá que esto hizo que mi tarde se nublara completamente... Pero tenía una cita que cumplir, tenía que ir a la dentista, SOLA. Qué divertido. Así que me alisté y fui a la dentista. En el carro en el que fui las dos personas que estaban a mi lado, hablaban cual loros por su celular. Yo por momentos veía mi nextel y extrañaba tanto hablar con ese alguien* Bueno, para no soportar las conversación que poco a nada me interesaban, prendí el mp4 de mi papá y empecé a escuchar música. Llegué a la dentista, me atendió. Felizmente no escuché el feo sonido de los aparatos que utiliza, por el gran volumen de la música que escuchaba. Al terminar la sesión. Me encaminé hacia mi casa. Para esto caminé por el centro. Todo me daba igual. Me relajé pero obviamente seguía molesta, incómoda... Y nunca faltan unos imbéciles que molestan. Más de una vez, respiré y no los golpe. Es demasiado peligroso sentirme así, salir a la calle y soportar a los estúpidos que se creen los galanes pero no dejan de ser unos pobres infelices. En fin. LLegué viva a casa. Ya tengo mi horario 2011-1. Ya me estoy haciendo de la idea. Aún por mi cabeza flota lo sucedido en la tarde. Más de 5 veces he querido enviar un sms. Llamar. Tengo 20 años, lo sé no estoy vieja. Pero no me gustaría recordar que a mis 20 años por inmaduro, perdí la oportunidad de por fin sentir algo que la verdad, hace mucho o quizá nunca sentí...

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